El caballero Hector de Sainte-Hermine (Alexandre Dumas)

La última gran novela de Alejandro Dumas, que ha estado extraviada durante más de cien años. Un texto inacabado del que se conservan estas mil páginas, capaces de saciar el apetito del lector más voraz. Una novela clave en el vasto proyecto histórico del escritor. La acción se sitúa justo antes de El conde de Montecristo, con el que tiene numerosas afinidades. Es una novela sobre el Consulado y el Imperio, una época culminante al modo de ver de Dumas, cuyo padre, general de la Revolución, fue un desafortunado rival de Bonaparte...El motor de la acción es una venganza, un motivo que siempre ha permitido al novelista dar mayor relevancia a las escenas de aventuras que tanto le gustaban.

Esta es la novela que más tiempo llevaba entre mis libros pendientes. La compré de oferta en unos saldos sin saber nada de la historia, pero era de Dumas, así que se vino conmigo y estuvo un par de años esperando su turno, hasta que me recordasteis en alguno de vuestros blogs que hay que leer los libros pendientes, entonces miré a Hector, él me miró a mí y dije “venga, a conocer al veterano”. 

Me daba un poco pereza, es una novela de algo más de 1000 páginas y últimamente ando escasa de tiempo, pero ha valido la pena. ¿Os gustó El Conde de Montecristo? Entonces tenéis que conocer al caballero Hector de Sainte-Hermine. 

Es una novela complicada de reseñar, tan pronto te encuentras en el despacho de Napoleón, con el rebelde Cadoudal, en la India cazando tigres, con Fouché y sus intrigas, con Nelson en Trafalgar, en el exilio con Chateaubriand o persiguiendo bandidos con el general Hugo, padre de Victor Hugo.  

Son historias que forman un gran mosaico, cuyo denominador común es Hector de Sainte-Hermine, el héroe perfecto. El mejor en la batalla, el más valiente, el más generoso, el más atractivo y el más instruido. Quizás tanta perfección sea demasiado, pero encaja con el tono folletín de la obra. 

Hector está atado por un juramento de familia y en aquella época la palabra era ley, así que se trata de acompañarle en sus múltiples aventuras, a medio camino entre Los Tres Mosqueteros y El Conde de Montecristo. 

La gran pena es que la novela está inacabada, y en un punto en el que es imposible decir los planes que tenía Dumas para su caballero. 

No es una novela que recomendaría para los que nunca han leído a Dumas, pero si os gusta el escritor, las novelas de aventuras y el folletín de antaño, apuntadlo en vuestra lista.