Hacia el infinito (Jane Hawking)

Jane Hawking, que estuvo casada con el científico durante más de veinte años, describe con afecto al hombre y al genio, exponiendo con franqueza los dilemas dolorosos de su matrimonio y la época más turbulenta de una historia de amor que ahora ya forma parte de su pasado.
El resultado es un retrato inteligente y optimista de una relación peculiar, obra de una mujer valiente que aprendió a amar en tiempos difíciles y ahora recuerda sin rencor los años más importantes de su vida.

Hace unos meses os contaba que me había gustado mucho La teoría del todo, que me había descubierto a una mujer que parecía de admirar y que me quedaba con las ganas de leer su autobiografía, la que había inspirado la película. 

Pues bien, ya he podido saciar el hambre. 

Hacia el infinito se trata de una especie de resumen de su primera biografía, Music to Move the Stars, que según dice ella misma era más extensa y más pesimista. En Hacia el infinito la que nos habla es una Jane Hawking calmada, curada, y dispuesta a contarnos su punto de vista.

Empieza desde que a Stephen Hawking le diagnostican su enfermedad, sus primeras citas con él  y si es dura la vida para familias con discapacitados, imaginad con un discapacitado que además es un genio. Imaginad que mientras para ella hablar de la enfermedad es una vía de escape, para él es un tema tabú.

Quien espere detalles escabrosos de la relación de los Hawking quedará decepcionado, al igual que en la película, la narración es muy respetuosa y elegante. Aunque Jane no se queda corta al narrar las dificultades a las que se tuvo que enfrentar, incluso la mala relación con la familia de Stephen.

Lo que más me ha gustado es la fortaleza de Jane, es fácil empatizar con ella, ya que nadie esperaba que aguantara tanto y parece que muchos la infravaloraban, pero hay otras cosas que me ha costado entender, como su relación con Jonathan, el que se convirtió en su segundo marido, y que prácticamente vivía con la familia con el aparente consentimiento de Stephen. Un asunto muy raro, pero comprensible si me pongo en su lugar.  

Ahora me quedo con las ganas de leer la biografía de Stephen Hawking, seguro que caerá próximamente.