Lejos del mundanal ruido (Thomas Hardy)

Bathsheba Everdene, una muchacha con una sonrisa «de las que sugieren que los corazones son cosas que se pierden y se ganan», hereda, a la muerte de su tío, la mayor granja del pueblo de Weatherbury. Tres hombres rondan a esta joven propietaria, que sin duda está en situación de elegir: el pastor Gabriel Oak, el hacendado Boldwood y el sargento Francis Troy. Bathsheba puede elegir, pues, y elige… aunque en poco tiempo habrá de descubrir que ha renunciado «a la sencillez de su vida de soltera para convertirse en la humilde mitad de un indiferente todo matrimonial».

Lejos del mundanal ruido es una de las primeras obras de Thomas Hardy y se nota tras haber leído novelas posteriores. Aún teniendo su buena dosis de drama, no resulta tan pesimista como Tess o Jude. Y se agradece leer a un Hardy con esperanza, ¿la de la juventud o la inocencia? Necesito leer una biografía sobre este autor.

Lo que menos me gustaba al principio es lo que más me ha acabado gustado: Bathsheba. La joven protagonista resulta orgullosa, engreída, testaruda, independiente, fuerte y valiente. Imaginad en aquella época una mujer tan joven cogiendo las riendas de una granja y siendo su propia dueña. Pocos creen en ella, pero Bathsheba está dispuesta a sorprenderlos. 

Y como cualquier heroína de novela conocerá el amor. Uno de los que creen en ella desde el principio es Gabriel Oak, el compañero fiel y leal que nunca duda en decirle las cosas claras aunque duelan. Oak resulta menos halagador que William Bolwood, que hace de su amor una obsesión, pero no tan interesante como Frank Troy, tan apasionado en sus sentimientos como peligroso, ¿qué tenían los soldados de la época? Fanny Robin sabría contestar a esa pregunta, pero desde luego era el más salado.  

Dejando de lado los personajes, que a medida que avanza la novela, se van volviendo más y más interesantes y no quiero desvelarle las sorpresas a nadie, Hardy nos ofrece un retrato de la vida rural, con frases y párrafos para enmarcar. Solo copié dos, porque no podía parar en cada página. 

“Esta mujer decía tener veintitrés años, aparentaba treinta, pasaba por treinta y cinco, y tenía en realidad cuarenta”.

“Es difícil para una mujer definir sus sentimientos en un lenguaje creado principalmente por el hombre para expresar los suyos”.

Mientras llega a nuestros cines la nueva adaptación, estos días he visto la versión de 1998 y me ha encantado, es increíblemente fiel a la novela, copiando diálogos con exactitud, gestos e incluso miradas. Al principio no me convencía la protagonista, su orgullo en la novela parecía timidez en pantalla, pero poco a poco me fue ganando, también cuenta con Nathaniel Parker y Jonathan Firth en el reparto, sí, el hermanísimo de Colin Firth. La adaptación de este año lo tendrá difícil, aunque tengo muchas ganas de ver a Michael Sheen en el papel de Bolwood.