Uno de mis libros favoritos.
Con esta novela conocí a Wilkie Collins, aunque sus contemporáneos no me eran desconocidos, con él nunca había tenido el placer de coincidir, y no pude empezar por una historia mejor.
Aún recuerdo la primera vez que lo leí (no ha sido la única), me emocionó y me mantuvo en vilo de principio a fin.
Nunca había conocido a un Conde Fosco, un personaje fascinante en todos los sentidos, capaz de poner la piel de gallina, y que llega a eclipsar a los protagonistas de la historia.
También mencionaré a la gran Marian Halcombe, personaje que destaca por su gran fuerza y constancia.
La forma en que está escrito me fue novedosa, valiéndose de distintas voces narrativas, cada una con su punto de vista y estilo, consigue encajar todas las narraciones en la trama sin dejar ni un cabo suelto.
—A fe mía, señor Dempster, usted halaga mi sensibilidad cuando piensa que es tan delicada que una criatura como ésta puede ofenderla.
Marian Halcombe
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