Hay centenares, o miles de libros dedicados al mago Merlín, al rey Arturo y a los Caballeros de la mesa redonda. Cada autor aporta a la historia conocida por todos algo suyo, algo distinto. Mary Stewart aporta calidez y humanidad dejando al propio Merlín contar su historia, bastante fiel y respetuosa con las crónicas más antiguas de la leyenda artúrica.
De este modo conocemos la niñez de Merlín, su descubrimiento del poder, y poco a poco la aparición de todos los personajes míticos que dan vida a la leyenda. Porque poco a poco uno va dándose cuenta de que este Merlín que se cree un simple servidor, va convirtiéndose en Merlín el encantador, un personaje apasionante y carismático.
Aunque probablemente una de las mejores cosas que tiene esta saga es la relación que se forja entre Merlín y Arturo. Una relación de confianza y amor mutuo que me ha hecho emocionarme en algunos momentos.
La trilogía compuesta por La cueva de cristal, Las colinas huecas y El último encantamiento, tiene dos partes más, The Wicked Day, centrado en Mordret y su oscuro destino, y The Prince and the Pilgrim, que parece ser independiente y estar centrado en el Grial, pero no estoy segura de si alguna vez han llegado a ser traducidas al español.
