Javier Negrete
se ha convertido en uno de mis autores favoritos en cuanto a temática histórica
se refiere. Lo conocí de casualidad cuando su libro “La gran aventura de los
griegos” me llamó la atención mientras compraba en una gran superficie. Siempre
me ha gustado la época romana más que la griega, sin embargo me lo llevé a casa
aún siendo ensayo en vez de novela, y puedo decir que es uno de los libros de
esas características que más me ha gustado y con el que más he aprendido. Algo
complicado, ya que a veces en esa clase de obras se limitan a contar fechas y
sucesos, y acaban siendo aburridos. Una vez tuve una profesora de historia que
hacía lo mismo, leía el libro de texto, capítulo a capítulo con voz monótona,
mientras nosotros acabábamos mirando el reloj. Me hubiera gustado tener de
profesor a un Javier Negrete, se nota que le apasiona la historia.
Salamina no es
un ensayo, es una novela bastante sobre las
dos primeras guerras médicas, desde Maratón a las Termópilas, pasando
por la bellísima descripción de Babilonia y sus jardines, y terminando en la gran
batalla naval de Salamina. El protagonista principal es Temístocles, un
personaje muy complejo, héroe y villano a la vez, buscando la gloria en la
victoria. Lo acompañan grandes personajes como el Rey de Reyes Jerjes, el
mítico Leónidas, la reina Artemisia o el veloz Fidípides.
Es una obra
magníficamente documentada, con mucha información sobre la época y las batallas,
sin hacerse pesada. Los personajes están bien caracterizados, no hay buenos y
malos. Hay ambición, lealtades y
traiciones.
El único pero
que le puedo poner es que me hubiera encantado que la novela hubiera continuado
unos años más en el tiempo, retratando la caída de Temístocles y Jerjes, pero eso
sólo muestra lo mucho que la he disfrutado.