Rodrigo Zacara y el Espejo del Poder (Víctor Gayol Fernández)

Rodrigo está acostumbrado a que su amigo Óliver le meta en algún lío de vez en cuando, pero jamás hubiera podido imaginar que una de sus ideas más alocadas los llevaría hasta el reino de Karintia, un mundo mágico donde cada persona tiene un poder diferente. Y aunque Óliver está encantado de vivir semejante aventura, pronto se darán cuenta del peligro que corren: toda Karintia está sometida al tiránico poder del emperador Arakaz, y los muchachos de doce años están obligados a presentarse ante él para jurarle lealtad. Afortunadamente, pronto encuentran refugio en la fortaleza de Gárador, donde se unirán a una orden secreta de caballeros que lucha contra la crueldad del emperador. Lo que no se imaginan es que uno de ellos está destinado a desempeñar un papel fundamental en esta lucha.

No leo mucha novela juvenil, pero cuando Víctor Gayol me ofreció su novela me llamó tanto la atención que decidí darle una oportunidad, y me alegro mucho de haberlo hecho.

Se trata de una historia original, entretenida y fácil de leer. Cuenta la historia de Rodrigo y Óliver, dos amigos que viven en un internado que acaban viajando al reino mágico de Karintia al husmear en la torre del castillo de un antiguo y despiadado Conde, que desapareció en extrañas circunstancias en dicha torre. Prometedor, ¿verdad? Estos primeros capítulos me encantaron y me engancharon a la historia. 

Al llegar a Karintia descubrimos que en ese reino todas las personas tienen un don y que viven sometidos bajo el poder del emperador Arakaz. A partir de aquí la historia es un no parar, los personajes y las aventuras se van sucediendo hasta llegar a un final demasiado abierto como para pensar que sea el final.    

He disfrutado del juego que dan los poderes, de los cambios de la trama (porque algunas cosas se veían venir pero otras me sorprendieron) y sobre todo que los personajes de los  niños no resulten repelentes. 

Esta mezcla me parece perfecta para que puedan leer la novela tanto jóvenes que se inicien en el hábito, como el resto de lectores interesados en la novela fantástica. Desde luego si el autor se anima a continuar con su mundo mágico, yo me apuntaré a leerlo.