Hojas de dedalera (Victoria Álvarez)

Desde niña Annabel Lovelace se ha visto obligada a vivir con su tío, guarda del Cementerio de Highgate, donde descubre su extraña habilidad para comunicarse con los muertos, quizás gracias a la enfermedad cardiaca que la obliga a vivir entre la vida y la muerte. Años más tarde, una serie de misteriosas casualidades la convertirán en la médium más influyente del Imperio Británico. Sin embargo, su don la llevará a descubrir secretos que deberían haber permanecido ocultos y que pondrán en jaque a la aristocracia londinense.

Fue El blog perdido de Laura el que me dio a conocer a esta escritora y su obra, y con su entusiasmo me animó a leerla. 

Un Londres victoriano con los crímenes de Jack el Destripador de fondo y una médium como protagonista. ¡No sabía qué esperar!

Lo que primero me sorprendió y me encantó fue la forma de escribir de la autora, se nota que bebe de clásicos, con esa manera descriptiva, casi poética, que hace de la lectura el placer de leer por leer.  

Y es que la primera parte, la de la infancia de Annabel, me gustó mucho, la ambientación de Highgate, la trama y los personajes son estupendos.  La novela engancha, aún sin saber hacia dónde va a ir la historia, y entonces aparece Víctor. 

La segunda parte, la del romance entre Annabel y Víctor no me ha convencido, demasiadas páginas relatando su historia de amor, que se me ha hecho empalagosa. Ahí es dónde se nota mi poca afición al género romántico, que al igual de haberlo leído con un par de años menos lo hubiera disfrutado más, pero a estas alturas no comparto esa idea del amor, sobre todo teniendo a un Nathan al lado.

Nathan ha sido mi personaje preferido pese a todo. Un hombre atrapado en su tiempo y en sus debilidades, pero mucho más real que Víctor. Ojalá se hubiera profundizado en su personaje.

De la tercera y última parte, no diré nada porque sería destripar el final, pero es donde se concentra toda la acción y las sorpresas.

Volveré a leer a Victoria, ha sido todo un descubrimiento que promete grandes ratos de entretenimiento lector.