Confiesa la autora en la nota final, que su inspiración para escribir esta novela fue la pintura Acta Virum Probant, obra de Jan Steen, al igual que advierte de muchas de las libertades que se ha tomado para amoldar la historia en su novela.
Tres historias, las vidas de tres personajes que se entrecruzan creando una amalgama de diferentes mundos. Baruch Spinoza, cuyo nombre lleva el libro en la edición en español, aparece poco y fugazmente, pero es el punto de partida para conocer a los Trigland. El patriarca, Nicolaas es un pintor reconocido, su hija Amalia se interesa por Spinoza, al tiempo que el joven aprendiz de su padre se interesa por ella. Al mismo tiempo, Shabbetai Zvi empieza a cobrar fama como el Mesías que ha de salvar al pueblo judío.
Ámsterdam, Venecia, Gaza y Estambul se mezclan con el mundo del arte, el de la religión y el del pensamiento, creando, no una novela rigurosa, pero sí una historia entretenida y sobre todo curiosa por abarcar y encajar mundos tan diferentes de una misma época.
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